Movimientos sociales luchan contra los transgénicos

Fotografías: Juan Diego Montenegro
Ecuador dio luz verde al ingreso de transgénicos en el país. El veto presidencial presentado el pasado 19 de mayo por el expresidente de la República Rafael Correa, cambió el artículo 56 de la Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable para que se permita “el ingreso de semillas y cultivos transgénicos al territorio nacional, únicamente para ser utilizados con fines investigativos”. Las organizaciones sociales se movilizaron para denunciar esta medida que consideran inconstitucional, ya que el artículo 401 de la Constitución de 2008 prohíbe el ingreso de transgénicos.
El miércoles 21 de junio, la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Ecuador (FECAOL) encabezó un plantón en los exteriores del Palacio de Carondelet, en el centro de Quito, para pedir la derogación al artículo 56 de la Ley de Semillas y rechazar el ingreso de transgénicos al país. A esta acción se sumaron colectivos ecologistas, organizaciones indígenas y campesinos de las regiones Costa y Sierra. 14 provincias se movilizaron durante este plantón nacional en sus diferentes gobernaciones. Richard Intriago, dirigente de la FECAOL, recalcó que el movimiento campesino lleva diez años luchando contra los transgénicos por sus consecuencias perjudiciales para los agricultores, los consumidores y la tierra. La FECAOL presentó una demanda de inconstitucionalidad al artículo de la ley en la Corte Constitucional y también esperan una respuesta favorable por parte del Presidente del Ecuador Lenín Moreno. Caso contrario, como movimiento campesino, están firmes en tomar acciones y radicalizar las medidas a nivel nacional.
“La próxima acción es una marcha nacional de todos los sectores de la población a Carondelet. El único camino que tenemos para que seamos escuchados es la movilización”.
– R. Intriago.
El problema de los transgénicos en el campo es considerado como grave. El ingreso de transgénicos para uso investigativo demanda, según Intriago, hacer parcelas demostrativas para ver cómo funcionan, lo cual repercutiría en la contaminación de variedades criollas campesinas del país.
Alex Naranjo, activista de Acción Ecológica, se suma a esta consideración porque la investigación con transgénicos exige el desplazamiento de comunidades campesinas, ya que asegura que para ver los resultados de este tipo de cultivo, se necesitan como mínimo 400 hectáreas de tierra.

Fotografías: Juan Diego Montenegro