21D: 5,5 millones dividido entre 155

Fotografías: Josep Vecino/Latecla-r ©
Si algo ha demostrado la política en el estado Español, es que la realidad supera la ficción. Desde el inicio de la hoja de ruta hacia la declaración de independencia y constitución de la República Catalana, hemos viajado en el tiempo como si esa fallida transición del 78 1 que aprobó la actual constitución española (CE), pidiera no olvidar de dónde venimos. Esta máquina del tiempo desempolvó la constitución, olvidada durante tantos años y envuelta en la bandera nacional se convirtió en el brazo ejecutor de uno de los gobiernos más corruptos de la historia de este país.
El 21 de diciembre de 2017, las elecciones en Catalunya, se han convertido en el día de la marmota de la política española. Volvemos al punto de partida; Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP, los partidos del bloque nacionalista serán quien gobiernen la Generalitat de Catalunya, si los pactos nos devuelven a 2015. Hemos llegado hasta aquí celebrando unas de las elecciones más estrambóticas de nuestra historia. Votaciones donde por primera vez se ha intervenido un gobierno autonómico a golpe de aplicación del articulo 155 de la CE 2., con el resultado de un presidente destituido, criminalizado y exiliado y parte del gobierno de la Generalitat de Catalunya en prisión preventiva o siguieron los pasos hacia el exilio.
En este atípico panorama con Puigdemont fuera y Junqueras en prisión, ¿Serán nuevamente presidente y vicepresidente?¿Gobernaran desde un plasma al estilo de M.Rajoy (Mariano Rajoy). Estas y otras preguntas nos lleva a cuestionarnos: ¿Cómo se volverá a una normalidad democrática? O es Catalunya la muestra de una democracia fallida, el fin de una gran mentira donde la incapacidad del diálogo dio paso a la represión y el odio. La política y servidumbre de los medios de comunicación han escrito los titulares del “A por ellos…” o “España nos roba” de portadas llenas de banderas, de buenos y malos.
Ahora es tiempo de victorias, es ya una costumbre en todas las elecciones nacionales o autonómicas que solo hay vencedores. Todos a su manera ganan, nadie pierde. En votos o escaños, en pactos o seguir en el poder 4 años más. Arrimadas de Ciudadanos obtiene mayor numero de votos y escaños, nada que sorprenda con una campaña hecha a medida, pero sus socios unionistas pinchan como proyecto y no obtienen una mayoría absoluta para el grupo del 155 (Ciudadanos, PP y PSOE). Si se puede hablar de un perdedor es del PP, sus votos se han ido directamente a la formación naranja y parafraseando a Soraya Sáenz de Santamaria, el PP está en liquidación en Catalunya.
Las formaciones independentistas crecen poco en número de votos, pero son capaces de obtener mayoría para seguir en el Gobierno. Junts x Catalunya con su líder en el exilio, sorprende y se sitúa como segunda fuerza política. En este vaivén de cifras y siglas los partidos nacionalistas obtendrían la mayoría absoluta con 70 escaños, dos más de los necesarios (a la espera del voto exterior). En esta polarización social, en lo político gana el grupo independentista. Ahora y con promesas en el horizonte de continuar con el proyecto soberanista hacia una república ya veremos las respuesta del ejecutivo, que ya habla de nueva aplicación del articulo 155.
En este circo no hay que olvidar a la formación de Pablo Iglesias, que al estilo de las palabras de la vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz, ha descabezado a los que en su día optaron por romper el silencio y apoyar la voz de un pueblo o parte de ella. Ese fue su inicio de campaña y podemos resumir en poco más. Respecto a la situación en Catalunya sigue bailando en la ambigüedad, al mas puro estilo de tiempos pasados de formaciones como el PSOE que ganó votos apoyando el proceso autonómico. Podemos en este proceso se ha quedado en un “podíamos” pero no lo hacemos.
El articulo 155 no ha funcionado, no en cuanto a su uso como herramienta de castigo. Queda un largo camino, posiblemente y fiel a esa película del día de la marmota en el que un periodista atrapado en el tiempo vuelve a vivir al despertar el mismo día, en este país, puede ser que dentro de 2 meses volvamos a repetir las elecciones en Cataluña.
1 La Transición española es el período de la historia contemporánea de España en el que se llevó a cabo el proceso por el que el país dejó atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco y pasó a regirse por una Constitución que restauraba la España democrática. Dicha fase constituye la primera etapa del reinado de Juan Carlos I.
2 Articulo 155 de la Constitución Española
- Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
- Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.