justicia, justicia, justicia
Un incómodo y largo silencio, esa ha sido la tónica de este gobierno desde que se conoció el secuestro de Katty y Óscar supuestamente en la frontera con Colombia, hace ya dos meses y 22 días. Un silencio que provoca desesperanza, ese mismo silencio que acompañó el proceso de Efraín, Paúl y Javier. Cuando alguien pierde a un ser querido, lo último que necesita es no tener respuestas. Las palabras de María Gómez, madre de Óscar reflejaban un proceso en el que no se sintieron acompañadas: “El Gobierno pudo evitar esta desgracia, pero dejaron morir a cinco”.
Fotografías: Juan Diego Montenegro
Este pasado viernes 6 de julio, ese mismo silencio se ha vuelto a romper, como en otras ocasiones por parte de sus familiares y personas queridas, de nuevo se pedía justicia y verdad. Sobre las 11h00 llegaron los restos de la pareja al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, Ecuador.
Sus cuerpos ya están junto a sus seres queridos. Como en el caso de los compañeros del equipo periodístico de El Comercio. El cuerpo de Katty fue velado en la funeraria Memorial Necrópoli, en el norte de Quito. Posteriormente será trasladado a Santo Domingo. Los restos de Óscar volaron directamente a Santo Domingo.
Ahora toca saber la verdad y hacer justicia, su asesinato no puede quedar en la impunidad. Sus familiares se plantean llegar a instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También solicitan al Estado transparencia sobre cómo fue el proceso de negociación de la liberación de la pareja.