Centenares de venezolanos son enviados a Perú
Fotografías: Juan Diego Montenegro
Desde ayer se habilito un operativo, desde la prefectura de Quito y con el apoyo de la federación de transportistas. Según fuentes oficiales, este dispositivo facilita el transito de personas llegadas desde Venezuela, para que puedan desplazarse hasta Perú. En entrevista con algunas personas nos comentaban que estos autobuses los dejan en la frontera, desde allí de nuevo la incertidumbre. Sus relatos de viaje son devastadores, una mezcla de la dureza de migrar forzadas y las pequeñas ilusiones de encontrar gente solidaria a lo largo de su camino. Historias que no dejan de contar con la esperanza del retorno, de una Venezuela donde simplemente poder vivir.
Este operativo esta previsto que continúe hasta el viernes, los puntos desde donde parten son Carcelén y Rumichaca. Justifican este dispositivo para facilitar la llegada hasta la frontera con Perú, antes de que entre en vigencia la solicitud de pasaportes. Algo que complicaría su situación, como ya esta pasando en Ecuador. Vulnera el libre transito de personas y juegan con la ambigüedad en su aplicación. Dejando a muchas personas en situación de peligro en las fronteras. Estas medidas distan mucho de aportar soluciones, vulneran sus derechos y aumentan el riesgo de que crezca otros problemas asociados; mafias, trata de personas, perdidas de derechos en los países de acogida, etc.
Pero estos discursos institucionales donde se genera alerta social y aplicación de medidas restrictivas vienen asociadas a un crecimiento del discurso xenófobo, principalmente alimentado por las redes sociales y manteniendo una misma línea de mensajes; inseguridad, falta de trabajo y destinar ayudas a migrantes. Este tipo de estrategias políticas saca el discurso del ámbito político a una problemática social. Pasando a ser mediadores de un problema y no parte de la solución. Principalmente se reproduce en épocas de crisis, recordemos lo sucedido en España. Años de convivencia con población migrante de diferentes países, que durante la época de crisis inicia con el rechazo; “nos roban el trabajo” o “trabajan por menos dinero”.